martes, 14 de mayo de 2013

La Claridad de Mente: El Segundo Enemigo Natural

¿Pero no volverá a tener miedo si algo nuevo le pasa? No. Una vez que un hombre ha conquistado el miedo, está libre de él por el resto de su vida, porque a cambio del miedo ha adquirido la claridad: una claridad de mente que borra el miedo. Para entonces, un hombre conoce sus deseos; sabe como satisfacer sus deseos. Puede prever los nuevos pasos del aprendizaje, y una claridad nítida lo rodea todo. El hombre siente que nada está oculto. Y así ha encontrado su segundo enemigo: ¡la claridad! Esa claridad de mente, tan difícil de obtener, dispersa el miedo, pero también ciega.
-Castaneda Cuando leí esto por primera vez, no comprendí absolutamente nada sobre la claridad de visión. ¿Cómo podía comprender a lo que se refería don Juan Matus, si no había alcanzado aún ninguna claridad de visión? Siguiendo con el segundo libro de Castaneda me encontré con lo siguiente
-No quieres perder tu claridad, ¿verdad? -dijo abruptamente. -Eso es muy cierto, don Juan -dije. Rió, al parecer con deleite. -La claridad, el segundo enemigo de un hombre de conocimiento, ha descendido sobre ti. No tienes miedo -dijo con voz reconfortante-, pero ahora odias perder tu claridad, y como eres un idiota, llamas miedo a eso.
Con esto sí logré identificarme. Cuando finalmente logro ver y entender con claridad, no quiero bajo ninguna razón que esa claridad se pierda. Sin embargo, ocurre de todas formas. Nada parece permanecer, todo vuelve a cambiar siempre. Regresa a mi esa confusión, ese no tener claridad sobre los siguientes pasos. Lo que aprendí, es la importancia de la confusión, de ese sentir insatisfacción, ese malestar que se manifiesta como una fuerza desagradable. Don Juan dice en varias oportunidades que él es voluntad. Cuando el camino que he elegido está claro, cuando mi camino tiene corazón, lo mejor que me puede pasar es esta pérdida de visión. Aún cuando el camino es complejo y la cabeza no encuentra tranquilidad, es la voluntad la que me permite seguir adelante, dar el próximo paso. La pérdida de visión es el momento preciso, justo y exacto para trabajar la fortaleza. Esto es lo que aprendí de la segundo enemigo natural.