jueves, 8 de noviembre de 2012

Algo no anda bien y no tengo claro lo que puede ser: ¿Qué es un Quiebre?

Cada vez que alguien me pregunta inocentemente “¿Todo bien?” yo respondo de forma automática “…si…todo bien” sin pensarlo. La verdad es que para mi, nunca está todo bien y siempre algo pareciera necesitar ajuste, corrección, arreglo, o mejora. Muchas veces tengo la sensación de “caer” en esta incomodidad que la puedo sentir en como una tensión en el cuello y en los hombros tensos. Lo curioso es que todos andamos trayendo un gran sabio que constantemente interpreta lo que ocurre en nuestra vida y se comunica con emociones siendo el cuerpo el lugar de recepción. Entonces, mi esposa viaja a Puerto Montt y cuando regresa tiene ya su semana copada con compromisos de trabajo. Como yo disfruto mucho estar con ella sienta unos momentos de rabia. Como no la he visto hace una semana elijo contener esta rabia para aprovechar el tiempo juntos. Sin embargo, me invade esta sensación de incomodidad y no logra disfrutar lo que había planificado para pasarlo bien. ¿Qué ocurrió? Experimenté un quiebre, un momento de “caspitas”, cuando me enteré que a su regreso no tendría mucho tiempo para compartir conmigo. ¿Qué me sucedió? Me quedé en conversaciones “privadas” de juicios personales, “¿Por qué no quiere estar conmigo? Ella prefiere pasar su tiempo con otras personas. Es mi culpa por no escucharla… etc… etc… etc” muchas veces acompañado de “esta mujer tal por cual”. ¿Y qué arregló este dialogo interno? Absolutamente nada, de hecho, lo único que logré fue no disfrutar el tiempo con ella. Lo peor de todo es que ese “enojo” no se va a ir a ninguna parte hasta que no lo manifieste. Así voy construyendo enojo sobre enojo y me voy volviendo cada vez más rencoroso y fácilmente puedo caer en el resentimiento. Esto son los quiebres que genera el quiebre inicial. ¿Cómo puedo hacer para volver a sentirme bien? Lo peor de todo es que es increíblemente sencillo. Primeo, la perdono, porque ella realmente no tiene cómo saber lo que yo sentí a menos que lo comparta con ella. Dado esto, y para avanzar, necesito perdonarla. Ni siquiera es necesario que ella esté presente. Basta con declararlo: Te perdono. Luego, puedo sostener esa conversación privada y hacerla publica. “sabes qué, encuentro injusto que tu tiempo libre lo destines a otras personas”. Y luego lo más entretenido, “¿qué te parece que volvamos a hacer actividades juntos?”. Esto es conversaciones sobre posibles acciones. Lecciones: Primero, comparto mi sentir emocional, y me voy dando cuenta que factor lo genera. Segundo, salgo de la inactividad que generan las conversaciones sobre juicios personales. Tercero, me doy a conocer mostrando lo que es importante para mi. Cuarto, puedo hacer actividades con ella dónde lo paso bien. Por lo tanto, cuanto pregunto “¿Todo bien?” me puedo preguntar “Qué tengo que arreglar”.

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